
Disparador creativo: el binomio fantástico
El disparador creativo, comúnmente llamado binomio fantástico, es un término que probablemente hayas oído anteriormente. Si no es el caso, te cuento que es un término acuñado por el lingüista italiano Gianni Rodari. En su libro «Gramática de la fantasía», explica cómo usar esta herramienta para la creación de historias fantásticas.
¿En qué consiste el Binomio fantástico?
El binomio fantástico es una herramienta de creatividad, que consiste en unir dos palabras de distinto orden semántico. Se consigue así formar un catalizador creativo por medio de palabras cuya unión no es en principio lógica.
¿Qué tiene de fantástico este binomio?
Recordemos que solemos entender las cosas en binomios, palabras que asocia nuestro cerebro por pares o, mejor dicho, parejas de conceptos normalmente opuestos: alto-bajo, día-noche, rico-pobre etc. Pero también existen los binomios lógicos como pueden ser pluma-tinta, lluvia-agua, etc.
El binomio fantástico como puedes suponer por su nombre es algo distinto. El hecho de escoger dos conceptos distantes uno del otro, nos fuerza a recurrir a nuestra imaginación para construir una relación entre ambos. Y cuanto más grande sea la distancia, más insólita la asociación, más ingenio necesitaremos para establecer un puente entre ellos.
¿Qué se consigue usando este disparador creativo?
Con este recurso, muy utilizado por los escritores de fantasía, y que resulta ser una herramienta muy poderosa, conseguimos estimular nuestra creatividad, liberando nuestra mente de patrones establecidos, y soltando nuestra imaginación para crear una relación entre dos términos o conceptos que aparentemente no la tienen.
¿Cómo construir binomios fantásticos?
Cuesta bastante escapar a los binomios lógicos, como papel-lápiz, o opuestos como día-noche, ligero-pesado, blanco-negro. Nuestro cerebro nos los sugiere de forma natural, pero que no nos sirven para este propósito. El mejor de nuestros aliados será entonces el azar, la aleatoriedad en la elección.
Un juego de niños, catalizador creativo
No sé vosotros, pero yo recuerdo haber jugado mucho con esta idea o algo parecido. Cuando era niña y estaba aburrida, recurríamos con los amigos a un juego que consistía a escribir una palabra en una tira de papel, doblarla, pasarla al compañero, y sucesivamente. Cuando todos habíamos escrito nuestra palabra, desenrollábamos el papel y leíamos el resultado. Solíamos pasarlo muy bien descubriendo frases ilógicas y tan sorprendentes como divertidas.
También existe la opción de escoger sin mirarla previamente una o varias palabras en un diccionario, y trabajar sobre los resultados escogidos. Esto sí, siempre hay que recordar que cuanto más distantes sean los conceptos, mejor funcionará y producirá historias más asombrosos.
Binomio fantástico: practicar el extrañamiento con resultados casi mágicos
Tal vez debería aclarar el concepto de extrañamiento por si no te resulta familiar. Como lo explico con detalle en un artículo publicado en la revista Moon Magazine, el extrañamiento, o renacer de la percepción, es la «desfamiliarización» producida por el tiempo o la distancia.
«Desfamiliarización»
Ya sé que suena algo rara la palabra. De hecho, este termino fue empleado por primera vez en 1917 por el formalista ruso Viktor Shklovsky, en su ensayo “El arte como técnica”. Shklovsky explicó que:
la técnica del arte es hacer que los objetos sean “desconocidos”… El arte es una forma de experimentar la astucia de un objeto: el objeto no es importante…” Tomemos un objeto que todos conocemos y probemos para desfamiliarizarlo para ver si podemos encontrar su “artificialidad”.
Extrañamiento
Continuando con el extrañamiento, te explico que cuando hace mucho tiempo que no ves un lugar, una persona, un entorno, o cuando lo ves desde una perspectiva muy distinta (lo que ocurre con el binomio fantástico), te has deshabituado de tu experiencia, te has despojado de ideas preconcebidas. Esta «desfamiliarización» o este extrañamiento ha conseguido renovar tu percepción y te regala una visión nueva de tu entorno.
Ejemplos divertidos
Vamos a escoger 2 palabras que, aparentemente, no tienen relación, como pueden ser iguana y paraguas. Empezamos con un niño caminando bajo la lluvia con un paraguas con dibujitos de iguanas… No dice mucho. ¿Qué tal si imaginamos una iguana caminando bajo la lluvia con un paraguas? O mejor aún, ¿qué te parecería un lugar fantástico, dónde cada vez que llueve, son iguanas las que caen del cielo?
Puedes continuar así, hasta que se te agote la imaginación, y con todo tipo de palabras.
Regalo final: la magia
Ya lo tienes, has escogido conceptos distantes y sin relación aparente, sin lógica, has utilizado el azar o la aleatoriedad, has unido estos términos y finalmente has conseguido crear un puente entre conceptos alejados. El resultado es sorprendente, mágico, algo que no hubieras logrado desde tu forma de pensar y de escribir habitual. Allí esta la gracia del binomio fantástico de Gianni Rodari, y por esto lo emplean muchos escritores. Para abrir su mente a nuevas perspectivas y escribir desde un punto de vista distinto.

