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Los tres tamices de Sócrates
Hoy quiero hablaros de los tres tamices de Sócrates, una fábula que nos habla de la necesidad de filtrar la información que nos llega. Estamos en la era de la desinformación, donde se consumen más noticias falsas que verídicas y donde la propagación de bulos se ha convertido en un virus resistente que evoluciona a diario para lograr atacarnos, amenazando con transformarse en pandemia. Desinformación, noticias falsas, información engañosa o manipulada, fake news, bulos, los nombres son muchos, para esta amenaza. No está circulando por nuestro cuerpo, pero al propagarse a gran velocidad por las redes, llega a infectar nuestra mente. Cotillear es viejo como el mundo Los rumores y…
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El mito de la caverna
El mito de la caverna de Platón, es una de las grandes alegorías de la filosofía idealista; aparece en el Libro VII de La República. Platón, a través de la descripción de una situación ficticia, nos ayuda a entender la relación entre lo físico y el mundo de las ideas. Nos describe unos hombres que, desde que nacieron, permanecieron encadenados en una caverna profunda, sin poder salir y sin poder tampoco mirar hacia atrás; solo pueden mirar a una de las paredes en frente de ellos. Detrás de ellos, en un sitio elevado, hay una hoguera que ilumina un poco la zona y, entre la hoguera y los prisioneros, un muro. Entre…
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Kaizen: mejora infinita
El japonés es uno de los idiomas cuyas palabras encierran conceptos tan profundos que necesitamos una frase, a veces más para explicarlas. Es el caso de oubaitori, kintsugi, ikigai, a las cuales hemos dedicados posts anteriores. Kaizen es una palabra japonesa compuesta por el término Kai, que significa cambio y Zen que significa bueno. Kaizen se puede traducir por: cambio a bueno, cambio a mejor, pero a mi me gusta más incluso el término de mejora continua. El significado es que puedes, a base de esfuerzos constantes, mejorar en todas las áreas de tu vida, ya que los cambios pequeños y sostenidos acaban marcando la diferencia. La vida es un camino largo que se recorre…
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El tiempo: un tesoro fugaz
El tiempo es un bien escaso, aunque no nos demos cuenta de ello o lo hagamos tarde, aunque finjamos ignorar estar realidad. Es un bien escaso, limitado, intangible, que no se puede cedar ni cambiar por nada. No es posible detenerlo, comprarlo ni recuperarlo, no se puede guardar ni atesorar. 24 horas al día, 1.440 minutos, o 86.400 segundos: este es nuestro capital y es el mismo para todos; no importa que lo sepamos utilizar, aprovechar o que lo perdamos, este capital se nos escapa sin remedio, día a día, como arena entre los dedos. Deberíamos, por lo tanto, ser consciente de su fugacidad, concederle la importancia que se merece,…