
Resiliencia para el escritor
Resiliencia para el escritor
Gestión y superación de las dificultades
Esto va de de una experiencia que te quiero contar y que es aplicable a todo. Parece una tontería pero me apetece compartirla contigo. No va sólo de literatura juvenil, va de la resiliencia, cualidad especialmente importante para el escritor, me ha ido muy bien recordarla en horas bajas, cuando he pensado en tirar la toalla y abandonar la escritura .
Cuando mis hijos eran pequeños, iban a las Escuelas Francesas de Barcelona. Cada miércoles, tenían la tarde libre, como suele ocurrir en Francia. Siempre me pareció buena idea cortar así la semana de los chicos dándoles un mini respiro los miércoles. No somos niños pero nos va bien hacer una pausa a mitad de semana, así que he decidido escribir los posts en miércoles para seguir con esta buena costumbre.
Te regalo una palabra
Mi hija tenía entonces unos doce años, edad en la que me era fácil comunicarme con ella y buscaba trucos originales para aconsejarla sin caer en moralinas. Cuando le quería hablar de un tema y notaba que no era muy receptiva, intentaba captar su atención diciéndole:
«Abre esta cajita, hay un regalito dentro».
Al abrirla, encontraba un papel doblado sobre el cual había escrito una palabra. Como es lógico se quedaba con una cara larga, mezcla de desconcierto y decepción como diciéndome:
«¿En serio? ¿A esto llamas regalo?»
Luego, cuando se le pasaba un poco el mal humor, podíamos hablar de la palabra en cuestión.
En una ocasión, siendo ella adolescente, le regalé la palabra «resiliencia». Han pasado años y ya que ha aprendido a usarla, te la regalo a ti, por si te es útil.
Resiliencia
No es una palabra nueva, pero parece que se ha puesto muy de moda, tanto que la utilizan incluso en campañas de propaganda. La resiliencia es la capacidad de una persona para superar situaciones traumáticas a lo largo de su vida. Cuando algo te ocurre es tan duro que te lleva al límite, puedes sobreponerte y aprender de ello o dejarte vencer. Yo siempre considero que rendirse no es una opción así que te voy a dar 6 trucos para conseguir ser resiliente.
6 Trucos para la resiliencia
1.-Primero debes conocer tus limites, tus capacidades y tus puntos fuertes para aprender la sacar lo mejor de de tus defectos y virtudes. No te rindas ante cualquier adversidad, considérala como una oportunidad para crecer, quedándote siempre con la parte positiva de cualquier situación. Ya lo sé, me vas a decir que suena muy fácil pero que no lo es.
2.-Intenta ser optimista, ver el vaso medio lleno, céntrate en eso para seguir avanzando.
3.-Gestiona tus emociones. Sabes que sólo puedes decidir aquello viene de ti. Controla pues tus emociones antes de que ellas te controlen a ti.
4.-Rodéate de personas positivas, creativas, que te aporten. No permitas que la gente tóxica contamine tu entorno con sus visiones negativas de la vida.
5.-Practica el arte de saber reírte de todo, pero sobre todo de ti mismo, no hay nada mejor que tener humor frente a las situaciones adversas para intentar asumirlas y sobreponerse a ellas.
6.-Sé flexible ante todo. Llegan cambios continuamente, aprende a adaptarte a ellos, mantén tu actitud, y sigue con tu plan.
La resiliencia permite afrontar la vida desde la positividad, y aproximarse a las situaciones desde un punto alejado de cualquier aspecto negativo.
Resiliencia para los escritores
Y ahora seguro que te preguntarás, ¿Qué tiene esto que ver con escribir?
Pues te diré que mucho. El camino del escritor es largo, angosto y tortuoso. Si decides que vas a adentrarte en él, verás cuando empieces tus andadas que está sembrado de baches, obstáculos, trampas, y que tiene más espinas que rosas. No te desanimes, no te rindas, aguanta. No hay garantía de éxito, ni forma de asegurar que alcanzarás tus metas, hay demasiados factores en juego, pero sí te puedo decir que la perseverancia, la disciplina y el trabajo duro harán la diferencia. Resiliencia. No es la única clave pero es una de ellas, hasta diría que llave maestra. Te ayudará a abrir muchas puertas, esencialmente todas las que dependen de ti.
Así que aunque al principio hayas pensado «¿En serio? ¿A esto llamas regalo?», como lo hizo mi hija en su momento, acepta la palabra.
Seguro que te puede venir bien.

