Contrato editorial: cuidado con quién te asocias
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Saber escoger una editorial para tu proyecto

Como prometido, en esta segunda entrega van los consejos para aprender a escoger bien una editorial para tu proyecto. La semana pasada, en nuestro artículo consejos utiles si quieres publicar con editorial, te hablabamos de nuestra experiencia, con @Eric_Syerix, @NoaTheBlackRose y yo te contaba también la mía, pero era tanta la información y tan detallada que no quise recortar nada y preferí hacer una segunda parte. Aquí la tenéis.

Cuando no haber publicado es una suerte

Como decía Noa, los que no hemos caído en las redes de editoriales malas, nos podemos considerar afortunados, pero no todos pueden decir lo mismo. Desinformación, estafas, falsas promesas y engaños son peligros que acechan al escritor novel (o no tanto), ilusionado por dar a conocer su trabajo. Es de vital importancia saber distinguir una editorial tradicional de otra empresa que se hace llamar así y no ofrece lo que estamos esperando. Hay que seguir unos pasos previos para asegurarse de que todo va a ir bien.

Registra tu obra

Antes de nada, lo que tienes que hacer es registrar tu obra en el registro de la propiedad intelectual Existe la alternativa de SafeCreative, que también es válido. El Registro de Propiedad Intelectual depende directamente del Ministerio, por lo que parece más seguro y se le considera de mayor validez en territorio español.

Lista de editoriales

Hacemos una lista de editoriales basándonos en primera instancia en los géneros que publican. Una vez localizadas unas cuantas, vamos a estudiarlas con más detalle.

Pagina web

Es importante fijarte en la sensación que te da en un primer momento la página. Si está bien hecha, trabajada, si contienen toda la información necesaria, hablan de su empresa, etc.

Noa:

Mira su página web. Este filtro no es el definitivo, pero puede ayudar. Muchas editoriales que no se esfuerzan en sus publicaciones o que simplemente no tienen buenas intenciones no tienen páginas web curradas y bien puestas; muchas tienen poca o ninguna información sobre ellos, por ejemplo. Si la web no te inspira confianza, mi consejo es que hagas caso a tu instinto. Al final, esta plataforma es un primer escaparate a través del cual las editoriales ganan clientes; si no se curran ni eso…

Busca opiniones

Ya lo sé, requiere tiempo, pero este tiempo no es perdido sino que te ahorrará muchos disgustos. Dedícale tiempo al tema, ponte a buscar en las redes opiniones de autores, siempre y cuando no sean las opiniones o videos que salen en la propia editorial que esto no vale. Si encuentras quejas, empieza a desconfíar.

Noa:

Seguramente en esta fase te encontrarás con personas que ni respondan o que no te cuenten nada relevante (que te digan que todo bien, incluso si no es así). Ahora bien, lo más probable es que si hay autores atrapados en esa editorial y deseando marcharse, no se lo van a callar y te van a advertir. A fin de cuentas, todos tenemos el mismo sueño y todos queremos que traten bien a nuestra historia; alguien que lo ha pasado mal en una editorial intentará prevenir a otros para que no les pase lo mismo.

¿Editorial mala o mala experiencia personal?

Nota: creo que es importante distinguir lo que es una mala experiencia global, solo cosa de la editorial (que no te paguen las regalías o que no respeten el contrato, por ejemplo) a un descontento personal (que no te han hecho tanta promo como a ti te gustaría, que los regalos de la preventa no son los que tú querías, que el diseñador de la portada no era el que tú hubieras elegido, etc.). Estas últimas dependen también de las expectativas que pudiera tener el autor, y muchas veces estas son hasta cierto punto incompatibles con la línea editorial, y creo que es importante saber diferenciar una de otra.

Otro dato revelador

Hay veces que mandas tu manuscrito y en pocos días o pocas semanas te contestan. Lo normal es ponerse loco de contento, más si te dicen que les ha encantado tu obra, etc., pero NO. Desconfía. Una respuesta tan rápida no es buena señal, probablemente ni te han leído. Esto sí, se apresurán a decirte lo que te ofrecen, y a lo que te tendrías que comprometer si eres un escritor que pone interés en su obra. Curiosamente, el trabajo inicial es tuyo, y los riesgos, los asumes tú, las presentaciones son cuestión tuya. Ellos solo están aquí para participar de tu éxito.

Noa:

Todos los autores te han dicho que todo OK, que no han tenido malas experiencias y que todos están contentos, así que decides mandarles el manuscrito. Aquí a lo que más atención es CUÁNTO TARDAN EN RESPONDERTE. Ten en cuenta que las editoriales reciben mogollón de manuscritos, y que lleva un tiempo considerable leer una novela analizándola para saber si tiene salida en el mercado o no. Por eso, si te responden a las dos semanas diciendo que les ha encantado y que quieren publicarte: DESCONFÍA, y recuerda que los tiempos normales de respuesta de las editoriales están entre los tres y los seis meses. Algunas, incluso pueden llegar a tardar un año.

Por este motivo, si te responden en una semana o un mes diciendo que ya se han leído toda tu historia y que les interesa, posiblemente sea mentira. No obstante, antes de decidir que no te interesa, siempre puedes cerciorarte: hazles preguntas sobre la historia (qué consideran que deberías cambiar, qué partes creen que son las más fuertes respecto a la trama, etc.). Si no se han leído el manuscrito, mi consejo es que no firmes con ellos, porque eso ya es una demostración clara de que tu historia no les importa en absoluto, y, en consecuencia, seguramente no la vayan a cuidar.

El proceso

Si todo lo anterior te ha quedado claro, si no se han disparado tus señales de alarma y quieres seguir adelante, ahora te tocar fijarte muy bien en el proceso. En orden: corrección, cubierta con la participación del autor con el ilustrador, maquetación, y finalmente imprenta, una vez que hayas revisado todo lo anterior.

Noa:

Infórmate de cómo va a ser el proceso. La publicación de un libro, a grandes rasgos, es siempre igual. Te dejan un tiempo para que le des una última vuelta al manuscrito, después, se manda a corrección. Mientras tanto, se va realizando la cubierta (en esto en general el autor participa para darle ideas al ilustrador. Finalmente se maqueta el libro (a menudo, el autor revisa esta maquetación).

Después, el libro se manda a imprenta. Es importante decir que hay algunas editoriales que, si bien no obligan a pagar al autor, no tienen el servicio de corrección.

En mi caso, por ejemplo, que tengo formación de correctora y soy muy objetiva incluso con mis propios textos, esto no me supone ningún problema. Pero también es cierto que no todo el mundo tiene estos conocimientos como para que el libro salga bien sin pasar por un profesional. Cabe insistir que aun así, no todos los correctores que contratan las editoriales son siempre buenos, pero este ya es otro tema). En esta fase también es importante que preguntes por la corrección. Siempre teniendo en cuenta que promocionar un libro cuesta dinero y que, si la editorial es pequeña, sus recursos son más limitados. Evidentemente, nada comparados a los que tienen los grupos Planeta o Penguin. 

Promoción y redes

Una vez superados todos los filtros anteriores, estamos convencidos de que nuestra novela no va a caer en malas manos. Queda asegurarnos de la promoción que va a recibir. No olvidemos que si tu libro no se ve en redes o en librerías, NO SE VENDE. Un libro que no se promociona adecuadamente está condenado antes de empezar su recorrido. Fijate en sus redes, si son activos, con qué frecuencia publican, qué trato dan a su autor, etc. Averigua cuánto publican al año, si miman cada libro o publican a saco.

Noa:

Es importante también que mires su actividad en redes sociales. Los espacios en las librerías están saturados por los grandes grupos. Una editorial pequeña tendrá poco acceso a estos espacios; por eso, las redes sociales son una alternativa válida para usar como escaparate y ganar clientes. 

¿Cómo de frecuente publican contenido? ¿Cuánta atención le dedican a cada libro? ¿Cuántos libros sacan al mes? 

Si publican muchos, la atención que le pueden dedicar a cada libro es más reducida que si publican un libro al mes. También es menos el tiempo que se le dedica a cada libro en el proceso editorial (todo va a ir “con más prisas”).

El contrato editorial

Los contratos editoriales son todos bastante similares, establecen los derechos que cedes (si son para libro físico, digital, o ambos). También especifican los porcentajes que te llevas, por regla general alrededor del 10% en papel, 30% en digital, y otra clausula que se establece la duración del contrato. Se puede renovar automáticamente o no. A veces especifican cuántos ejemplares de autor te llevas y otra que establece que les cedes los derechos en exclusiva.

Si te hablan de inversión por tu parte, de comprometerte a comprar ejemplares, o a vender un número determinado, no firmes. Si es una edición tradicional, no tienes que pagar NADA.

Noa:

Te han informado con detalle de cómo va a ser el proceso y a ti te parece bien (si no es así, no firmes). Ahora ha llegado el momento de VER EL CONTRATO EDITORIAL. Esta parte es crucial, ya que es la que te va a vincular a la empresa durante los próximos años. Sí, años: los contratos editoriales pueden ser desde tres hasta diez años (depende de cada editorial), así que, si por cualquier motivo que sea (incluso si es solo una sensación desagradable) la editorial no te convence: NO FIRMES. En serio, es mejor no publicar a llevarse una mala experiencia publicando (además de que hay muchas otras editoriales a las que puede interesarles tu historia, o puedes recurrir a la autopublicación también).

Tipos de contrato

Los contratos editoriales son, en general, todos bastante parecidos. Tiene que haber una cláusula en la que se establezcan qué derechos les cedes (¿solo en físico, en digital, o en ambos?); otra en la que se establecen los porcentajes que te llevas (en general, físico es el 10% y digital es un 30%, y el mayor porcentaje (50% o más) va para la distribuidora).

Hay otra sobre si el contrato se renueva automáticamente o si, al cabo de ese tiempo, se vuelve a firmar otro. Se especifica cuántos ejemplares de autor te llevas (en general, las editoriales le regalan algún ejemplar al autor para que no tenga que comprarlo), y otra conforme se establece que les cedes los derechos en exclusiva.

Red flags

Bajo ningún concepto debe haber nada que diga que el autor tiene que pagar o hacer una inversión o que tiene que vender un mínimo de ejemplares. Recuerda, si no pone algo de esto, no es edición tradicional. Otra cosa es que tú, sabiendo que esas son las condiciones, las aceptes. Eso es válido, pero que no te engañen haciéndote pensar que esto es edición tradicional, porque no lo es.

Conclusión

Si después de todo estás convencido y firmas el contrato, enhorabuena.

Si algo te hace sospechar o desconfíar, no firmes. Habrán más editoriales, tienes que asegurarte de buscar y encontrar la casa perfecta para tu novela. Más vale ser exigente que tener que lamentar una mala elección.

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