
Cómo prepararte para la adversidad
Cómo prepararte para la adversidad: no te equivoques al leer este título, no he venido a darte consejos sobre cómo aceptar lo que venga con resignación y fluir con la adversidad, por dolorosa que sea, nada de esto.
Lo que voy a tratar de explicar en este post es un recurso interesante y muy efectivo para desarollar resiliencia, que consiste en anticiparte a los posibles contratiempos y mentalizarte para lo que pueda venir.
La vida no es un camino de rosas
Como lo advierte este aforismo popular, todos sabemos que la vida, no es un paseo tranquilo. A pesar de ser maravillosa, la vida no está exenta de sufrimiento, las dificultades y problemas se presentan de forma habitual en el transcurso de nuestra existencia. La base de cualquier actitud resiliente radica en la consciencia de que nuestra paz, tranquilidad no son permanentes. En cualquier momento la felicidad y el equilibrio pueden verse alterados por circunstancias externas. Según afirma el pensamiento estóico, tarde o temprano, la adversidad irrumpirá en tu vida y tendrás que enfrentarte a ella.
Esta es la razón de este artículo, intentar decirte que te conviene estar preparado.
“aquellos que no están preparados, se sentirán aterrados por los acontecimientos más insignificantes” Séneca.
Anticiparse a las cosas negativas
Aunque te pueda parecer extraño, existe una forma de prepararse para las posibles malas sorpresas que te reserva la vida, y es tan sencilla como no rechazar la posibilidad de que aparezcan, y además intentar anticiparte a su aparición y contemplarlas con serenidad. Es lo que los estoícos llaman: Praemeditatio malorum
Lo inesperado añade más peso al desastre. Esta es una razón por la cual debemos asegurarnos de que nada nunca nos tome por sorpresa. Debemos proyectar nuestros pensamientos en el futuro y tener en mente cada posible eventualidad en lugar del curso usual de los eventos. Ensáyalos en tu mente: exilio, tortura, guerra, naufragio. Todos los términos de nuestra suerte humana deben estar frente a nuestros ojos.”
Séneca
“Praemeditatio malorum”
Si no has oído esta expresión latina antes, es normal que te preguntes lo que es. Pues Praemiditatio malorum es algo como una visualización negativa. Fue uno de los ejercicios filosóficos más utilizados por los adeptos de la filosofía estóica y se podría traducir como la anticipación a las desgracias.
Aplicación práctica
El estoicismo no es una doctrina contemplativa sino que pretende ser una filosofía práctica para la vida cotidiana. Volviendo a la praemiditatio malorum, se suele realizar el ejercicio por la mañana, justo después de despertar y consiste en imaginar cualquier problema, dolencia o perdida de un ser querido, incluso la propia muerte. Esta meditación consiste en visualizar cualquier posible evento negativo y contemplar tus posibles reacciones de forma serena.
Beneficios
Puede parecer que lo único que conseguirá este ejercicio es sumirte en la depresión, imaginando desgracias, perdidas, infortunios sobre los cuales no tienes ningún control. Pero si lo analizas, comprenderás que la utilidad de este ejercicio es la preparación mental.
Por supuesto no puedes prever o controlar lo que va a suceder, pero sí tu reacción y tu forma de enfrentarte a los acontecimientos. Anticipándote a lo negativo, nos va a ayudar a crear un estado de calma y paz mental ante la incertidumbre. Porque debemos reconocer que pasamos mucho más tiempo de nuestra vida pensando o imaginando posibles desastres, perdidas o problemas, que disfrutanto realmente del presente.
De la teoría a la práctica
De la teoría a la práctica, solo hay un paso, una fina línea que separa la intención de la acción, pero es importante darlo y observar lo que pasa.
Así que digo «Hazlo». ¿Qué puedes perder?
Tomando acción
¿Que puedes hacer para pasar de la teoría a la práctica y cruzar esta fina linea? Pues tomar acción.
Puedes empezar por establecer una lista de las cosas que más te aterran o te producen ansiedad, e imaginar cómo reaccionarías si de pronto te ocurriera una de estas tragedias, o puedes hacerte preguntas del estilo:
¿Qué es lo que más temo?
¿Qué es lo peor que me podría ocurrir?
¿Hay algo que puedo hacer para evitar que pase?
¿Qué podría hacer para responder ante esto si llega a ocurrir?
¿Sería realmente el fin para mí? ¿Podría superarlo?
¿Podría aprender algo de esta experiencia tan terrible?
Creo que esto no tiene solución pero ¿a alguién más le ha ocurrido y lo ha superado?
Intenta contestar a estas preguntas una por una, tomate el tiempo de imaginar cómo te sentirías en cada una de las situaciones, cuál sería tu reacción y de qué manera intentaría seguir con tu vida a pesar del dolor. Luego vuelve progresivamente a tu estado normal, respira, y agradece la sensación de que nada de esto ha ocurrido. Luego vive tu vida desde la alegria y la gratitud.
No hay solución mágica contra la adversidad
Es cierto, no hay solución mágica que nos ayude a superar la adversidad, pero también lo es que afrontamos con más coraje y valentía aquello para lo que nos hemos preparado. Si te anticipas, tu cerebro se pone a pensar en posibles soluciones, y tu nivel de ansiedad se reduce.
Praemeditio malorum: un plan de contigencia
El objetivo de un plan de contingencia es preparar una respuesta a una emergencia de cualquier tipo para reducir o minimizar su impacto. Implica tomar decisiones por adelantado y tener claras nuestras posibles respuestas.
No vivas como si la paz, la salud, el bienestar y la felicidad fueran a durar para siempre, sé consciente de su fragilidad, de la fragilidad de tu vida, preparáte mentalmente para la posibilidad de que el equilibrío se rompa y que todo se desmorone.
Pero mientras tanto sé feliz y recuerda que cada día es un regalo.

