
El extrañamiento al rescate de la percepción
El extrañamiento: cómo rescatar nuestra percepción de la rutina
Hoy, quiero hablaros del extrañamiento, herramienta literaria especialmente útil para escritores, y contaros cómo puede venir al rescate de nuestra percepción.
Cada día los informativos nos ofrecen noticias trágicas y nos muestran imagenes de guerras, terremotos, y violencia, (siempre a ritmo de rock), sin que nos sorprendamos. Nos acompañan tres veces al día mientras desayunamos, comemos y cenamos, pero no les prestamos real atención. La televisión nos distrae con su ruido de fondo mientras devoramos nuestros alimentos, sin empatizar de verdad con las desgracias ajenas.
¿Por qué no reaccionamos? ¿Acaso nos hemos convertido en monstruos insensibles?
Desensibilización
No, por lo menos no exactamente. Nos hemos desensibilizado, acostumbrado al horror, al relato diario que nos ofrece la Matrix, y aceptamos como normales los hechos que nos llegan gracias a la desinformación de los medios. Formamos parte de un sistema que nos cuesta mucho juzgar desde dentro, porque nos falta perspectiva, y nuestra mirada ya no es la de un joven que se asombra con todo lo que descubre. Actuamos como si ya nada nos sorprendiera.
El aprendizaje y la disminución de respuestas a los estímulos
El problema radica en eso, hay una edad en la que nada nos sorprende, y esta actitud se puede aplicar a todo, la podemos observar en la vida en general. Con el paso del tiempo nos transformamos en personas más indiferentes, asumimos como normales hechos y situaciones que no lo son, perdemos nuestra capacidad genuina de sorpresa.
Es un mal común que nos alcanza a todos y abarca todos los ámbitos de la vida, pero hoy quiero hablaros de cómo puede afectar al escritor. Estos sintomas se hacen evidentes en el momento de la creación literaria, y también a la hora de analizar lo que escribimos.
El habituamiento en el escritor
Creación literaria
Los años de práctica nos aportan técnica y experiencia a la hora de escribir un relato o una novela pero a la vez nos hacen perder la chispa original, la voz fresca, la ilusión por comunicar al lector emociones y sensaciones, envolverle en el sueño narrativo y llevarle al país de Nunca Jamás en un viaje inolvidable.
Corrección
Cuando volvemos a leer lo escrito, perdemos la objetividad y damos por buenos nuestros textos, pasando por alto algunas faltas, repeticiones, cacofonías, y rimas internas. Ya no las vemos, nuestro cerebro asume que hemos escrito lo que teníamos en mente, y lo da por bueno. No somos aptos para hallar los fallos ni detectar incongruencias.
Necesitamos dejar reposar nuestros textos un tiempo para poder redescubrirlos, y también necesitamos lectores beta, personas que leen la historia por primera vez, y son capaces de aportar una mirada fresca sobre el texto.
Rescatar nuestra percepción
¿Existe alguna manera de rejuvenecer nuestra percepción y librarla del habituamiento? ¿Qué podríamos hacer para recobrar nuestra sensibilidad original? ¿Cómo podemos rescatar la percepción secuestrada por el hábito y devolverle la frescura?
La respuesta que te voy a dar es válida para la literatura y para la vida y probablemente te sorprenderá:
Debemos practicar el extrañamiento.
El extrañamiento
El extrañamiento, más alla de la definición de la RAE como acción o efecto de extrañar y extrañarse, se refiere a algo muy concreto en el contexto literario. Según Viktor Shklovski se trata de un metodo eficaz para conseguir despertarnos del habituamiento, aprendizaje que implica la disminución de respuesta a un estímulo con la exposición constante.
Aplicando el extrañamiento, podemos volver a contemplar el mundo con mirada fresca y liberarnos del secuestro de nuestra percepción, iniciando una desautomatización.
¿Cómo se produce el extrañamiento?
Como técnica literaria, el extrañamiento consiste mostrar a través del lenguaje una perspectiva diferente de la realidad, presentar como extraño algo conocido. Al usarlo y aplicar la desautomatización, recuperamos lo que la rutina ha vaciado de sentido, y conseguimos la ruptura significante-significado. ¿Qué significa eso? Que no nos limitamos al significado habitual de las palabras, al sentido convencional del lenguaje.
Recursos literarios: el binomio fantástico
Dicha técnica, que estimula la imaginación, consiste en enfrentar dos palabras extrañas entre sí. La elección es importante, se trata de escoger dos palabras que no pertenezcan al mismo contexto, y tienen que ser lo suficientemente lejanas para que nos cueste un esfuerzo de imaginación encontrar un nexo entre ellas. La mejor manera de conseguirlo, es asegurarse de que la relación entre ellas no sea obvia. Por ejemplo, caballo-perro no es en realidad un binomio fantástico, pero perro-armario, luz-zapatos, ladrillo-canción, sí lo son. Entonces, sí puede dar lugar a creaciones jugosas y sorprendentes. En el binomio fantástico, lo importante no es la creación en sí, sino el procedimiento que lleva a la aparición de la idea, y este procedimiento es el extrañamiento.
Extrañamiento, el renacer de la percepción (Michèle Rodríguez para Moon Magazine)
Ejemplo
Llegas de vacaciones, y al abrir la puerta, te sorprendes.. La luz tamizada fluye, suave a través de la vidriera, iluminando sus colores. La hiedra se derrama desde su estantería con discreta elegancia. El olor a cedro del chifonier te envuelve, y te recuerda tu infancia. De repente te acuerdas de que te lo regaló tu abuela cuando te casaste, y sonríes. La casa te recibe con calidez. Es bella, mucho más de lo que recordabas. La contemplas con asombro, como si la vieras por primera vez.
¿Qué pasó mientras no estabas? ¿Acaso vinieron las hadas de la ausencia a rociar tu hogar con polvos mágicos? Sí y no.
Lo que ha ocurrido es que, con el tiempo y la distancia, te has deshabituado de tu experiencia diaria, te has deshecho de tus ideas preconcebidas sobre lo que te rodea. La desfamiliarización ha renovado tu percepción, regalándote una visión nueva de tu entorno. Has experimentado un efecto de lo que se llama «extrañamiento». Extrañamiento, el renacer de la percepción (Michèle Rodríguez para Moon Magazine)
Trascendiendo las palabras
El chifonier que citaba en el extracto anterior, deja de ser un simple mueble, una «cómoda alta y estrecha con cajones», según la RAE, para convertirse en un símbolo. Un símbolo que representa la infancia, el afecto de una abuela, la tradición familiar, el paso de la niñez a la madurez, y el olor a cedro que desprende, mucho más que eso, se convierte en el perfume entrañable de la felicidad.
Rescatando nuestra percepción
Así pues, creo que vale la pena salir de nuestro letargo diario para refrescar nuestra percepción y nuestra experiencia, transcender las palabras, rompiendo sus limitaciones, ir más allá de su significado.
Merece la pena jugar al extrañamiento. Mirar la vida como si acabáramos de nacer, y a continuación, reescribir nuestra historia con tinta fresca.
Feliz semana
Michèle

