
Filosofía estoíca: calma en medio de la tormenta
Soy de las que piensan que una buena filosofía te puede ayudar a navegar por las aguas bravas de la vida, manteniendo la cordura en tempestades y naufragios, siempre y cuando comprendas que no puedes remar a contracorriente. La filosofía estoíca puede brindarte calma en medio de la tormenta.
Amor fati
Es el Amor fati, uno de los preceptos del estoicismo del cual hablé en ocasiones anteriores. ¿Qué significa? significa algo como amar al destino o mejor aún: abrazar la adversidad. No podemos cambiar lo que ocurre, pero sí podemos cambiar cómo lo percibimos. Comprender el concepto es fácil, pero ponerlo en práctica es otra cosa. Porque la vida es dura, y muchas veces injusta, te golpea cuando menos lo esperas.
Adiaforía
En mi opinión, los eventos externos no son ni buenos ni malos, (adiaforía), simplemente son y forman parte de tu vida. No puedes hacer nada para cambiar lo inevitable, pero tienes la opción de escoger cómo te enfrentas a ellos.
La inutilidad de luchar contra lo inevitable
No estoy hablando de resignación pasiva, sino de aceptación, de la inutilidad de luchar contra cosas y situaciones sobre las cuales no tienes ningún control. Es la famosa dicotomía del control que explicaba en una newsletter anterior.
Memento mori
Poniéndonos en el peor de los escenarios, la muerte es algo que escapa por completo a nuestro control. Es un tema que aborrecemos y del cual no nos gusta hablar. Sin embargo no podemos ignorar que forma parte de nuestro destino y que nadie puede escapar. Memento mori o dicho de otra forma: son cuatro días. Cada uno de nosotros tiene fecha de caducidad y todos lo sabemos, pero intentamos la dura realidad: Estamos destinado a morir.
Frente a la muerte, la mayoría de las personas flaquean. Los que practican una religion pueden verse tan afectados que ya no pueden apoyarse en sus creencias, porque no les sirven, no contestan a sus preguntas; sufren una profunda crisis de fe.
En cambio la filosofía del estoicismo no tiene nada que ver con la fe, sino con la reflexión, el dominio de nuestras reacciones frente a lo que nos perturba, mediante la valentía y el autocontrol.
Su sabiduría consiste en no dejarse dominar por el placer, el miedo o al dolor. Recomienda abordar la vida desde una perspectiva mental, intentando encontrar una paz interior que nada pueda afectar.
Que la adversidad no te pille por sorpresa
Si permites que la adversidad te pille por sorpresa, el daño será mayor, pues estarás completamente desprevenido y por lo tanto vulnerable. En cambio si intentas prepararte, (es el praemeditatio malorum), admitiendo que tu vida puede derrumbarse en un instante, que tu situación confortable puede cambiar en un segundo, consciente que tarde o temprano la vida te golpeará, sufrirás menos.
Asumir las pérdidas
Esta semana he tenido que despedirme de una persona muy querida, era como una hermana para mi. Es una de estas ocasiones en las que la vida te golpea; parece que se tambalea tu mundo, te quedas en estado de shock, intentando agarrarte a tus convicciones.
Ahora es cuando tengo que aplicar las enseñanzas del estoicismo de las cuales me gusta hablar, asumiendo que como más tardes en aceptar una situación, más sufres. Porque la vida continua, contigo o sin ti, siempre lo hace.
Surfeando la adversidad
Frente a lo inevitable, al tsunami de la adversidad, solo tienes una opción: el amor fati. Es la única forma de lograr surfear las grandes olas de la vida y evitar que te revuelquen, te rompen y te dejen maltrecho. Si logras hacerlo, fluirás con la corriente y te harás resiliente, te convertirás en un ser más fuerte, más sereno y por ende, más feliz.
Como dice Seneca, el destino guía a quien lo acepta y arrastra a quién lo rechaza.

