
El síndrome del impostor en el escritor
El síndrome del impostor ¿Qué es?
El síndrome del impostor es un trastorno psicológico, que se ha multiplicado, ante la creciente necesidad de tener que estar preparado para todo, de ser el mejor, ante un mercado laboral que se vuelve cada vez más competitivo. Este malestar profundo que afecta la mente de los que lo sufren, viene acompañado de un sentimiento de «no merecimiento». Empiezas a creer que todo te viene grande, que no estás a la altura, que eres un fraude, etc.
¿A quién afecta este trastorno?
Pues es mucho más frecuente de lo que imaginamos. Y curiosamente, este síndrome no acecha a gente poco preparada o poco cualificada, sino que va minando la confianza de los que se creen un fraude, por ser demasiado exigentes consigo mismos
El síndrome del impostor y el escritor
Todos hemos sentido alguna vez que no encajamos, que algo nos viene grande, que se han equivocado con nosotros y nos somos merecedores de un trabajo. Todos hemos dudado. ¿Cómo se puede manifestar este trastorno en el escritor? ?¿Cómo saber si lo sufres?
Síntomas
Lo primero que debes hacer es preguntarte lo siguiente.
¿Te atreves a presentarte como escritor? Si te preguntan qué haces, ¿qué contestas? O dicho de otra manera, si te preguntan: ¿Eres escritor?¿qué respondes?
Si no te atreves, si te ruborizas, si contestas con una respuesta imprecisa o ambigua, algo del estilo: «Me gustaría llegar a serlo», o «soy aprendiz de escritor», o también «Sí, escribo, he publicado algo pero no he conseguido mucho», entonces tal vez estés sufriendo el síndrome del escritor.
Contestar directamente, con aplomo y con seguridad «Sí, soy escritor» resulta difícil, a veces imposible para la mayoría de quienes nos dedicamos a escribir.
Causas
¿Por qué? Esta es la cuestión. ¿Por qué nos sentimos impostores en la escritura si la hemos escogido, si le dedicamos tiempo y esfuerzo? Hay muchas razones, pero todas ellas conducen al mismo resultado. No te sientes justificado, para llamarte a ti mismo escritor.
Sentimiento de no merecimiento
¿De dónde proviene ?
No nos creemos que somos escritores
La primera razón podría ser esta. No nos lo creemos nosotros, por lo tanto no nos atrevemos a decirlo a los demás. Si te pasa esto, debes preguntarte: ¿Qué es un escritor? Escritor es aquel que escribe, con más o menos talento, pero alguién que dedica tiempo y esfuerzo a escribir.
Aunque sea tu caso, y dediques horas y días a escribir, puede que no te creas esta condición, que no te sientas como tal, que creas que no mereces llamarte escritor. Incluso que te consideres un fraude,
Te comparas con otros
Te estás comparando con otros escritores que tienen éxito, que están en la cima de sus carreras, que venden mucho y son populates. Esta comparación constante mina tu autoconfianza, te provoca frustración y te lleva a abandonar. Yo nunca llegaré a ser… Yo no consigo nada…
Piensas que no vas a llegar nunca a conseguir reconocimiento, a publicar, a vender tus obras.
No puedes ni debes compararte con escritores de fama, ignoras su recorrido, lo que les ha costado llegar a donde están, lo mucho que han trabajado y el tiempo que les ha costado conseguir resultados.
Enfócate en tí, tu camino, tus progresos.
Donde tú ves el éxito, las ventas, las famas, de un autor, en realidad puede haber años de lucha y trabajo, fracasos y desilusiones, y lucha. Envidiar a los logros de otros te frena, te impide avanzar en tu proceso de crecimiento como escritor y sobre todo, como persona. Lo importante es que recuerdes que eres único, con tu propia voz, tu forma de escribir, y tu camino.
Piensas que tus logros se deben a la suerte
A veces el síndrome del impostor afecta a gente que está teniendo éxito, pero que aún así, piensan que no lo merecen, que sus logros se deben a la suerte. Creo que debes enfocarte en tus logros. A veces llamamos suerte a lo que no lo es. Enviar una obra en el momento adecuado y saber atraer la atención de una editorial, no es suerte, aunque te lo pueda parecer. Y si lo fuera, aceptala con alegría. Tu objetivo como escritor es trabajar, aprovechar las oportunidades, saber coger el viento favorable que llevará tu barco a buen puerto. Si no tienes éxito aún, trabajar duro, aprender, mejorar, crecer para que cuando llegue tu oportunidad, seas capaz de aprovecharla.
¿En qué puede afectar a tu rendimiento?
Lo primero, ese miedo a que descubran que no eres un escritor de talento puede bloquearte y hacer que te coartes a la hora de exponerte al público. Estó sería muy negativo, teniendo en cuenta lo importante que es la visibilidad. Si la gente sabe de ti y de tu trabajo, más posibilidades hay de que te hagas un hueco. Pero tú no ves estas posibilidades, solo piensas que pueden descubrirte, darse cuenta de que eres un fraude. Eso puede llevarte a no trabajar, no mostrarte o no publicar. O a no trabajar en hacer crecer tu blog o tu página web.
Otra forma en que se manifiesta el síndrome del impostor es en el precio que pones a tus libros. Rebajas los precios porque crees que no puedes pedir más, no eres conocido ni eres un escritor de verdad.
Puede afectar a tus ambiciones, a tus objetivos. Crees que no vas a conseguir nada, por lo tanto, no te esfuerzad, te falta fe.
Síndrome del impostor: una de muchas creencias limitantes
El síndrome del impostor es una fuente importante de autosabotaje que puede frenar, incluso echar a perder tu carrera de escritor. Pero no es la única.
Hay otras muchas como: no tengo tiempo suficiente, no tengo talento, mis historias no son interesantes, nunca conseguiré ser tan bueno como…, no tengo enchufes ni contactos, soy demasiado mayor.
Debes de darte cuenta de estos procesos que crea tu mente, para ser capaz de desactivarlos desde dentro. Unas se resistirán más que otras, pero puedes derribar estas limitaciones, decidir no seguir boicoteándote, y atreverte. Sí, atreverte, porque piensa que estas creencias son una manera de esconder tus miedos: miedo a exponerte, a atreverte, al fracaso, al qué dirán…
¿Se puede acabar definitivamente con estos bloqueos mentales?
Posiblemente nunca logres desprenderte por completo de esa sensación de ser un fraude. Incluso cuando empieces a tener éxito, a publicar, cuando creas que lo has logrado, es posible que vuelva a aparecer. La idea no es erradicarlo del todo, ya que es muy difícil, pero sí mantenerlo bajo control, trabajar tu mentalidad, estar alerta a los síntomas. Tal vez se vuelvan más sutiles, pero no te dejes engañar.
¿Mal de muchos?
Creo que efectivamente, son muchas las personas que sufren este síndrome, en su vida profesional. Así que, auque no sea un consuelo, tienes que saber que no eres el único. Los demás también pasan por estas fases y deben aprender a lidiar con sus efectos.
¿Cómo conseguirlo?
Formarte y mejorar te dará seguridad
Gran parte de este síndrome del impostor viene de tu falta de confianza en tí, en tu trabajo, de tu inseguridad. Fórmate, lee, estudia, aprende. Cada vez conocerás más lo que haces, sabrás de que hablas, cómo expresarlo por escrito, aprende de los mejores.
Aprende a valorar tu trabajo
No seas tan duro contigo mismo, sé justo. Crítica y corrige tus errores pero valora tus logros. Tus progresos por pequeños que sean son pasos en la dirección adecuada. Aplaudelos y sigue trabajando. Fortalecerás tu confianza, tu autoestima, te sentirás más positivo.
Conclusión
Lánzate al vacío, pero con paracaídas: asesórate y contrata buenos profesionales.
¿Te da miedo publicar? Invierte en un buen corrector ortográfico y también de estilo, que revisará tu texto y lo dejará limpio de errores. Da tu trabajo a leer a amistades, lectores beta, pero no a muchos porque te podrían crear confusión. 3 o 4 lectores serán suficientes para detectar si tu historia pasa el filtro, o si, por el contrario, debe revisarse y corregirse. Si 2 personas o más te subrayan un fallo argumental o algo que no les gusta, puedes estar seguro que necesitas rectificar.
No mires pasar la vida, atrévete a vivirla
La última frase resume la mentalidad que tienes que cultivar si de verdad, quieres ser escritor. Tienes que exponerte, no puedes pretender vivir como Salinger.
Así que armate de valor, prepara tu paracaídas, y salta sin miedo pensando que solo se vive una vez. No permitas que pase tu vida sin haber luchado por tus sueños. A lo mejor, no consigues alcanzarlos, pero mucho peor es no intentarlo y quedarte con la duda. Y además, la vida es un viaje, cuyo destino final conocemos todos de antemano. Haz que tu camino sea inolvidable.

