
Entrevista a Patry Soler
Hoy entrevistamos a Patry Soler
Supongo que los que andamos por Twitter y nos encanta esto de la literatura juvenil, conocemos a Patry. Suele ser muy activa en redes, nos alegra el día con sus comentarios y sus bromas, y es difícil que no nos caiga bien. Pero ¿quién es ella realmente? Sabemos algunas cosas de ella, como que escribe y tiene un proyecto casí terminado pero poco más.
Hoy, con esta entrevista, vamos a descubrir algo más.
Bienvenida
Hola Patry, muchas gracias por haber aceptado contestar a mis preguntas.
Patry, tu estás casada, eres mamá, trabajas y escribes. Tu entrevista es para mí una forma de decir: sí, se puede. La idea que llevo con este artículo es la de mostrar y demostrar que escribir es posible, que no es solo para privilegiados, sino que todos nosotros, independientemente de nuestra situación personal, familiar y económica podemos hacerlo.
Para empezar, te voy a pedir que te presentes brevemente.
Presentación

Soy Patricia Soler Bernal.
Nací en Málaga el 16 de marzo del 1991 y, actualmente, vivo en Alcalá de Henares.
Me gradué en Educación Social y tengo masters en políticas de igualdad entre mujeres y hombres y coaching en inteligencia emocional. Actualmente trabajo como educadora social en un proyecto de absentismo escolar y en una residencia infantil.
¿Escribir es para tí una afición, una pasión, o algo más?
Es una liberación. Por el TDH me cuesta mucho centrarme, tanto que me acostumbré a pensar en otros mundos e historias, mientras vivía en esta realidad. Así empecé a evadirme un poco de todo, hasta tal punto que los profesores de mi colegio siempre me decían que tenía demasiada imaginación… como si eso fuera algo malo.
¿A cuándo remonta tu pasión por la escritura?
Creo que primero vino mi pasión por la lectura y mi pasión por inventar juegos y cuentos. De pequeña, era yo la creaba historias para jugar con mis primos. Y no fue hasta los 16 años que conocí el mundo del fanfic, y me lancé a escribir. Se convirtió en mi desahogo.
¿Eres partidaria de una escritura espontánea, dejándote guiar por tus impulsos?
Antes lo era, y mucho, por eso en la mayoría de ocasiones nunca llegaba a terminar lo que escribía, porque siempre aparecía una idea mejor. Así que ahora soy más partidaria de tener una estructura y partir de algo solido.
¿Qué tipo de escritora eres? Mapa, brújula, GPS o catalejos como lo describía Noa Rose?
Qué grande es Noa, y me encanta saber qué tenemos una forma parecida de escribir. Sin duda alguna soy catalejo, a mi me gusta ir con mi mapa y, al mismo tiempo, desviarme o coger atajos. Pero con los puntos claves y mi destino bien marcaditos en el mapa.
¿En qué medida tu trabajo con chicos jóvenes te ayuda a escribir historias juveniles? ¿Te inspiras de tus experiencias?

Mi trabajo me ayuda a mantenerme joven, a no olvidarme de cómo es la adolescencia y entender sus dramas y pensamientos. Creo que por eso me encanta la novela juvenil, porque nunca he dejado de ser una adolescente empedernida. Además, es que los jóvenes tienen una potencia de pensamiento que es brutal, aun con lo atontado que están a veces, y eso me llena de energía a la hora de escribir.
Aunque, me suelo inspirar más en mi propia experiencia como adolescente y en la de mis amigas. No podría trasladar las cosas que he vivido como trabajadora por el código deontológico de mi carrera.
Estás casada y tienes un niño. ¿Cómo compaginas tu situación familiar con tu trabajo y tus ganas de escribir?
Uff, difícil pregunta, pero creo que si no escribiera, terminaría perdiendo la cabeza. Para mí escribir es liberar la mente de todo el ruido y el caos que se engendra en mi cabeza. Y aunque es difícil, y a veces no se puede, yo siempre me siento a escribir, tenga ganas o no.
Lo que más me gusta son las redes, para mí es un gasto de tiempo muy necesario, pero que me desgasta bastante. Y aún así estoy muy contenta con mis logros.

¿Tienes un secreto para estirar el tiempo y llegar a todo?
No dormir, ni ver la televisión, ni perder el tiempo en las redes sociales. Es decir, yo mientras otras personas se echan la siesta, yo escribo. Madrugo muchos los días que sé que no voy a tener tiempo. Y lo mismo me pasa con el teléfono, intento apagarlo o ponerlo en modo trabajo para no desconcentrarme.
Además, utilizo la técnica del pomodoro, que es escribir durante veinte minutos y tomarme descansos de cinco. Así rindo más en poco tiempo.
¿Cómo es tu día a día?
Muy estresante. Los lunes, miércoles y viernes, trabajo por las mañanas y por las tardes estoy con el pequeñajo hasta que llega mi marido, sobre las 19:30.; entonces él se ocupa de duchar y acostar al peque y yo escribo hasta las 21:00 que ya me pongo con la cena y paso tiempo que Adrián. Los martes y jueves, salgo a las 16:30 de trabajar y mis suegros se suelen quedar con el peque hasta las 19:00, aunque algunas veces ya me lo traen cenado y duchado. ¡Miles de gracias Ángeles y Eloy!, así que aprovecho para escribir. Y esos días le duermo yo, porque mi marido se va al gim.
Y bueno, los miércoles también bailo hiphop con mis Dragon Queen. Llevo solo un año bailando, pero me encanta pasar tiempo con ellas y disfrutar de otras de mis aficiones.
Y los fines aprovecho para estar con mi familia, y escribir en la hora de la siesta o algún que otro ratejo, aunque, antes trabajaba los fines de semana y festivos en el centro de menores. Y en julio tendré que volver porque se me termina la excedencia.

Háblanos de tus proyectos. Creo que estas terminando o has terminado #proyecto prodigium. ¿Nos puedes hablar un poco de la novela?

He terminado el primer libro de la trilogía, y estoy a punto de terminar el segundo. Es una fantasía distópica, donde el protagonista es un chaval muy visceral, que no sabe gestionar sus emociones, y que quiere terminar con un Gobierno Totalitarista que les oprime. Vamos que Thánatos es una bomba de relojería andante. Y lo que busco con ella, es trabajar el crecimiento personal del personaje, a base de hostias educativas y no tan educativas.
¿Tienes una disciplina, un hábito diario de escritura, o escribes en todos tus ratos libres y aun así te cuesta encontrar el tiempo?
Me pongo a escribir todos los días con un horario fijado, aunque hay veces que no puedo sentarme a esas horas, así que intento buscar otros momentos. Es verdad que hay días que no me apetece, pero yo me repito mi mantra: Que la inspiración te pille trabajando. Y me pongo con ello. Mejor escribir cien palabras que ninguna.
¿Qué piensan tus familiares y amigos de tus ganas de escribir, ¿Te sientes apoyada por ellos?
Están ilusionadísimos. Y nunca creí que me apoyarían tanto, pero es increíble saber que tus seres queridos creen en ti. Sobre todo, mi marido, que ha llegado a asumir algunas tareas de más en casa por dejarme más tiempo para la escritura. Y sé, que sin su respaldo no habría llegado a terminar el 1º manuscrito y mucho menos, me habría atrevido a enviarlo a las editoriales. Te quiero Adrián y, aunque sé que no te vas a leer mi libro y te esperaras al audiolibro, te quiero mil.
Además, mis padres también me apoyan muchísimo y me dan muchos ánimos. Vamos, mi padre le cuenta a todo el mundo que soy escritora y mi madre se alegra un montón cada vez que de doy una buena noticia, y siempre intenta llamarme cuando no estoy escribiendo. Así que, eso me motiva mucho a seguir.
También quiero dar las gracias a mis amigos y familiares por creer en mí. Siempre me preguntan cómo va la novela y se emocionan escuchándome hablar de ella. Nunca me había atrevido a decir que escribo hasta ahora, y es increíble el cariño que estoy recibiendo.
Escribir y todo lo que conlleva es muy caro. Desde pagar los servicios de una mentora, una corrección, una portada, y todo lo demás. ¿Cómo lo haces para compaginar estos gastos con la economía familiar?
Siempre he sido una hormiguita a nivel de ahorros y, aunque, actualmente tengo un solo trabajo a 25 horas, pedí la excedencia por hijo a cargo en la residencia infantil, tengo muy estructurados mis gastos. Los comunes se llevan la mitad del sueldo, y lo demás, lo gestiono entre mis aficiones y compras. Al final, es tener una buena higiene financiera y ser consciente de tus límites. Además de saberla diferencia entre que es una necesidad real y un capricho.
¿Eres de las que lo daría todo para conseguir tu sueño? ¿Cuál es tu sueño de escritora? ¿Qué estás dispuesta a dar?
Soy muy persistente y muy luchadora. Obviamente, si tuviera que elegir entre mi familia y escribir, elegiría mi familia y no estaría dispuesta a perderla por esto. Pero, es verdad que yo quiero escribir, me encantaría publicar, y pienso trabajar y formarme para ello. Sé que es un recorrido largo, que hay que tener paciencia y que puede que no se llegue a nada, pero como no tengo prisa, tampoco me agobia conseguirlo ya.
Creo que tienes una mentora, o por lo menos, esto creo haber leído. ¿Cómo es esto? ¿Qué te ha llevado a escoger alguien para guiarte y cómo la has escogido? ¿Estás satisfecha de haberla encontrado? ¿Qué te aporta exactamente?
Tengo una mentora, sí. Aunque me gusta más llamarla guía. Es una historia curiosa el cómo la contraté. Yo tenía escritas unas 250 páginas de esta novela, cuando me crucé con un anuncio de un curso gratuito de autocorrección, que te llegaba al email. Así que me apunté, y me encantó. Y me puse a investigar quién lo realizó, y ahí conocí a Celia Arias, mi mentora. La bicheé por IG y por su página, y vi que tenía un servicio de mentoría, y algo se me iluminó y me dije: ¡Ella tiene que ser mi mentora!
Tuve una entrevista con ella, y me enamoré más, tanto que ella es mentora de juvenil, yo escribía novela para adultes y le dije, lo cambio todo, pero tengo que trabajar contigo. Y fue la mejor decisión de mi vida. Yo he notado un cambio brutal en mi forma de escribir, de describir y transmitir. Y sé que aún me queda mucho que mejorar, pero las cosas que he aprendido con ella, no las habría sacado yo sola.
¿No tienes la sensación de que creas cierta dependencia y que te costará volar sola, más adelante?
Para nada. Al menos con mi mentora no es así. Ella es una guía, es como estas amigas escritoras a las que les pides opinión, pues ella es igual. Yo le comento alguna idea, y ella me hace preguntas sobre lo que puede ocurrir si la llevo a cabo, debatimos… no sé, es que me parece algo muy natural. Es más, para mi siguiente novela, es probable que contrate los servicios de otra mentora diferente para aprender técnicas y formas de escribir de otra persona, pero no porque tenga una dependencia, sino porque mi necesidad de seguir aprendiendo y creciendo.
¿Lo recomendarías a todos los escritores noveles?
Sí, sin duda alguna. Es una gran forma de ir aprendiendo al mismo tiempo que vas trabajando en tu manuscrito. Aunque, también sé que no es para todo el mundo. Porque tienes que tener muy presente que una persona mentora te va a leer y le va a sacar punta a todo, y si no llevas bien las críticas o piensas que es un ataque, puedes llegar a pasarlo mal. Pero, si eres una persona que las aceptas, que tienes ganas de evolucionar y crecer, la mentoría es para ti.
¿Te gustaría publicar tu novela? ¿Qué tipo de editorial elegirías?
Me encantaría, porque me gustaría que la gente disfrutará con lo que escribo, y sobre todo, aprendiera. Escogería editoriales pequeñas, porque me gusta como tratan los libros y a los autores. Pero, estoy buscando editoriales juveniles, que publiquen distopías con crítica social.
¿Qué piensas de la opción de la autopublicación?
Barajé durante mucho tiempo la autopublicación, pero actualmente es una inversión de tiempo que no tengo, y necesito facilitarme la vida un poco. Aunque no lo descarto en un futuro, por el hecho de que me encantaría vivir la experiencia.
¿Estás satisfecha con el camino recorrido?¿Qué consejos le darías a la Patry de hace cinco años?
Lo estoy, creo que las circunstancias son las que nos llevan a tomar decisiones, y a mí, el echo de ser madre y pasar una depresión me llevo a retomar la escritura de nuevo y a disfrutar del proceso sin agobios.
Y que le diría a la Patry del pasado:
No te agobies si las cosas no salen como las has planificado, eso no es malo. Aprende a adaptarte y a tomarte las cosas con más calma. Respira que al final todo sale bien.

Patry, ahora toca despedirnos. Muchísimas gracias por aceptar la entrevista, creo que puede ser muy inspiradora para todos que quieren escribir y piensan que no pueden, que no tienen tiempo. En este aspecto eres un ejemplo a seguir. Sí, se puede, tú nos lo has demostrado.
Muchas gracias Michele por la entrevista. Para mí es un honor que me hayas elegido y aún no me lo creo. Espero que mi experiencia pueda ayudar a las personas que no saben como sacar tiempo o que se agobian si no pueden hacerlo. Gracias.

