
Estrategia del escritor
Estrategia del escritor: El camino del aprendiz
Cuando hablamos de estrategia, inmediatamente se nos viene a la cabeza el ajedrez pero hoy, no vamos a hablar de ajedrez, o tal vez sí, en cierto modo. Vamos a centrarnos en la estrategia del escritor. Si bien el significado inicial hace referencia según la RAE al arte de dirigir las operaciones militares, el concepto es aplicable a muchos campos como al ámbito deportivo, económico, empresarial, y también al tema que nos ocupa, la escritura. Este post va destinado al aprendiz de escritor, y a todo aquel que desea escribir, progresar en este camino, y alcanzar a largo plazo unos objetivos razonables. Evidentemente, no nos vamos a centrar en cómo convertirnos en escritor de éxito, porque como es obvio, no hay recetas, formulas mágicas, ni atajos.
¿En qué consiste la estrategia?
La estrategia es el plan que vamos a diseñar para conseguir alcanzar nuestros objetivos. Mediante unas acciones planificadas, tomaremos decisiones con el fin de conseguir resultados que nos acercarán a nuestra meta. Siempre hablamos de resultados a medio o largo plazo, ya que buscar un resultado inmediato es absolutamente opuesto al concepto de estrategia.
¿Cómo establecer nuestra estrategia?
¿Por dónde vamos a empezar? Pues por el principio, que consiste en elaborar nuestro plan de acción, una hoja de ruta donde se reflejarán todos los pasos necesarios a la consecución de nuestros objetivos.
Plan de acción
¿Cómo lo vamos a establecer? Pues diseñando el camino que nos va a llevar a la meta. Será un recorrido largo y, como tal, deberemos dividirlo en varias etapas.
Primera etapa: análisis
La primera etapa es el análisis, un análisis realista de nuestra situación actual y preguntarnos ¿en qué punto estamos? Para calcular cualquier trayecto, debemos conocer el punto de partida exacto. Para el escritor que empieza, o el escritor que no ha logrado sus objetivos hasta la fecha, lo realista será considerar que debe empezar, o volver a empezar de cero.
Segunda etapa: definir objetivos
La segunda etapa el la definición de objetivos. Llegado aquí, vamos a tener que ser muy sinceros con nosotros mismos. ¿Qué buscamos? ¿Adónde queremos llegar? ¿Qué queremos conseguir?
Fama y dinero
No hay formula mágica ni receta para conseguir algo que, en gran parte no depende de nosotros. La fama y la riqueza no son factores que podamos controlar. Si esta es tu ambición, siento decirte que probablemente este artículo no te servirá.
¿Éxito?
J.K. Rowling, por citar el caso más famoso, ha sido y es un fenómeno editorial, pero creo que no hay ningún método para conseguir repetirlo a voluntad. Estoy convencida de que la propia autora de Harry Potter, que se encontraba en una situación personal muy difícil, (era desconocida y con problemas económicos), fue la primera sorprendida cuando fue catapultada al éxito de un día para otro. Ahora, si por éxito entiendes ganar visibilidad, conseguir que tus libros se lean, hacerte un hueco y lograr mejorar tus resultados con tiempo y trabajo, vamos mejor.
Concretando objetivos y plazos
Si nunca has publicado, podrías plantearte como objetivos trabajar para publicar tu primer libro y una fecha. Tal vez hayas publicado pero sin demasiado éxito. Entonces debes fijarte unos resultados realistas en cuanto a difusión y ventas. Si tienes un blog o un canal, fíjate unos incrementos en el número de suscriptores y visitas y un plazo para conseguirlo.
Los plazos son importantes
Este es un factor a tener en cuenta. Establecer unos plazos es fundamental para así dividir tu camino en pequeñas etapas. Esto te permitirá observar lo que has conseguido, lo cerca o lejos que estás de tu objetivo, y rectificar si es necesario. Reajustar tu trayectoria en función de tus resultados.
Acciones
Aquí viene lo principal. Tenemos dibujado nuestro plan de acción con el análisis, los objetivos claros, hemos fijado los plazos y debemos decidir ahora que acciones implementar para llevar a cabo esta hoja de ruta. Llegados a este punto te voy a dar mi opinión. No es una receta mágica pero es una opinión forjada por años de intentos, fracasos, rectificaciones en una palabra: experiencia propia.
Visibilidad
Olvídate del síndrome de Salinger. ¿No sabes lo que es? Resumiendo, es el miedo a la visibilidad. No creas que eres el único. A muchos, entre los que me incluyo, nos ha pasado y es un tema al que le he dedicado un post específico. Hazte visible. Trabaja tus redes. ¿No las tienes? Empieza a moverte en ellas. ¿Con qué fin? El de darte a conocer y crear comunidad alrededor de tu nombre.
Establece hábitos de trabajo
Trabajo, horario y disciplina
Trabajo, horario y disciplina, mezcla estos tres ingredientes, generosamente aderezados con perseverancia.
Evita perder tu tiempo en redes
No, no contradice lo que te comentado de la visibilidad. Un tema es trabajar tus redes, planificar tus publicaciones, y otro perder tu tiempo en el agujero negro de Instagram, TikTok o Twitter. Hagas lo que hagas, si escribes, corriges o planificas, deja el móvil en otra habitación.
Establece una cantidad diaria de palabras o paginas escritas
Suena contrario a la visión del escritor que las musas visitan, pero es realista. A escribir se aprende escribiendo. El secreto consiste en hacerlo a diario y dedicarle bastante tiempo. Da resultados.
Ya has definido tu estrategia de escritor
Cíñete al plan
Ahora sólo tienes que ceñirte el plan y trabajar. Sobre la marcha, cuando llegas a las muchas etapas que te has puesto en este recorrido largo, examina tus resultados y reajusta. Una estrategia no es algo rígido sino algo vivo, flexible, en constante movimiento. Tienes que vivir y fluir con ella. Sé como el agua.
El agua puede fluir o puede aplastar. Se como el agua. Amigo mío, el agua que corre nunca se estanca, así es que hay que seguir fluyendo ”. — Bruce Lee

