
El síndrome del objeto brillante: persiguiendo estrellas fugaces
El síndrome del objeto brillante
A pesar de lo que su nombre parece indicar, el síndrome del objeto brillante no es una enfermedad. No es una aflicción diagnosticable, más bien una afección, un impulso, un hábito de distracción, que puede alejarte de tu camino y hacerte perder de vista tus objetivos. En ingles se le llama Shiny Object Syndrome, y sus siglas, SOS parecen avisarte del peligro que entraña.
¿En qué consiste?
Su nombre hace referencia a la respuesta que tienen los niños cuando se sienten atraídos por algún objeto brillante. Por instinto, intentan cogerlo o, si se encuentra a cierta distancia, van corriendo en su dirección, atraídos por la curiosidad. Pero no son los únicos. Piensa en tí, en verano, cuando contemplas la lluvia de estrellas de las Perseidas, y tu mirada sigue las estrellas fugaces que van apareciendo, una y otra vez…
El factor novedad
No somos niños, pero a veces, reaccionamos de la misma manera. Sentimos curiosidad y atracción hacia todo lo novedoso, nos dejamos distraer. Vivimos en una era de estímulos constantes, donde objetos brillantes surcan nuestro cielo, y nos atraen. Sean objetos, conceptos o personas, nos deslumbran hasta cegarnos y nos alejan de nuestro camino. Priorizamos algo por ser nuevo, y sin mayor reflexión, porque nos resulta muy atractivo.
¿Te has dejado cautivar?
¿Te ha pasado? ¿Te has dejado deslumbrar? No te preocupes, no eres el único, a todos nos ha pasado. Y todos hemos comprobado que el resultado suele ser muy decepcionante, y frustrante, sin contar la correspondiente pérdida de tiempo, energía y dinero.
¿Te sientes identificado? ¿Crees que lo sufres?
Si crees que es tu caso, que sufres este síndrome del objeto brillante, entonces tienes un problema. Y este problema es serio, te puede traer consecuencias nefastas. Es más, si llevas un negocio, si eres autónomo, te puede llevar a la ruina. Te vas a ir desvíando una y otra vez de tus metas, sustituyéndolas por otras nuevas que han generado en ti una nueva emoción, y probablemente vas a terminar perdiendo de vista tus ideales. ¿Por qué? Porque cada vez que admiras algo nuevo, cambias de estrategia, dispersas tus esfuerzos y te sales de tu sendero. Olvidas tus objetivos. La falta de concentración va a afectar a tu gestión del tiempo y por lo tanto a tu productividad.
¿Cómo puede afectar al escritor?
¿Eres escritor y crees que te está afectando este síndrome?
Tu caso no es aislado, hay muchos escritores que, como tú, se encuentran atrapados, probando esto o aquello. Tiene que ver con tu mentalidad y con tu foco. Posiblemente no has definido una estrategia y por lo tanto, no he has ceñido a ella. Puedes comprobar si es tu caso si te ves reflejado en estas actitudes:
1.- Pruebas estrategias todas las semanas y no te decides por ninguna.
2.-Empiezas varios proyectos, sin terminar ninguno.
3. Quieres llegar a todos los lectores, y por lo tanto, no defines tu género.
4.-Vas dando tumbos, intentando llegar a todo, sin conseguirlo nunca.
5.- Intentas estar presente en todas las redes sociales, y no llevas bien ninguna.
Y así podría continuar la lista. Si te sientes idenditificado por 2 o mas de estas afirmaciones, entonces, lamento decirte que estás en un problema. Estás perdiendo un tiempo valioso, brincando de un objetivo a otro, probando todos sin decidirte por ninguno.
¿Cómo salir del bucle del síndrome del objeto brillante?
Primero y principal: Para, deténte, respira hondo y reflexiona. Echa la vista atrás y comprueba cómo te ha ido los últimos tiempos. ¿Estás avanzando en tus proyectos? ¿Has terminado alguna novela? ¿Estás obteniendo buenos resultados en redes? ¿Sientes que vas avanzando?
SI la respuesta es no, tienes que reaccionar YA.
¿Cómo superar el SOS?
Pues en realidad es más fácil de lo que imaginas. La solución más efectiva es la Estrategia, en singular, una sola, meditada, estudiada, programada, con sus etapas y sus tiempos. Una vez elegida, ciñete a ella, sé fiel, practica una buena gestión de tu tiempo.
¿Hay vida después del SOS?
Ya lo sé. La pregunta suena a exageración o a broma, y tal vez haya algo de esto, pero lo que planteo es si realmente hay posibilidad de erradicar este hábito de distracción y conseguir llegar a la meta, al éxito o al objetivo que te hayas fijado. Pues sí, es posible. Pero no hay atajos. Ni pociones mágicas, ni recetas milagrosas. Solo trabajo, y cabezonería, mucha. Rendirte no es una opción, tienes que seguir luchando, seguir remando. Y recuerda, el camino más corto hacia el éxito es la actitud: el trabajo, la perseverancia y la disciplina. No te concentres en la meta, enfócate en tu camino, y avanza.

